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miércoles, 30 de octubre de 2013

17 ASISTENTES!!!! UNA BUENA FORMA DE COMENZAR LA TEMPORADA :)

CAFÉ FILOSÓFICO Nº 16
¿SERVICIOS PÚBLICOS O PRIVADOS?

Café curioso donde los haya, resultó éste sobre lo público y lo privado... Mi intención, en un primer momento, consistió en tratar tres de las definiciones de lo público sacadas de la RAE, con el fin de hacer un recorrido desde el nominalismo de lo público hasta la parte más superficial de su definición pasando, como siempre, por lo puramente conceptual, para lo cual recurrí a Hannah Arendt. No obstante, esa parte conceptual más profunda terminó por convertirse en toda una reflexión tertuliana acerca del valor de las definiciones y la metafísica en torno a las mismas. De este modo, Isaac recalcó que añadiría un matiz referente a lo comunitario en la definción “notorio, patente, manifiesto, visto o sabido por todos”. Pero fue la segunda definición (“se dice de la potestad, jurisdicción y autoridad para hacer algo, como contrapuesto a privado”) unida a una referencia a Arendt (“mientras que para el pensamiento clásico lo privado era el ámbito de las necesidades, como la administración familiar, en el mundo moderno lo social empieza a invadirlo todo y se empieza a considerar la administración del estado como la de una familia cuyos asuntos cotidianos han de ser cuidados por una administración doméstica gigantesca y de alcance nacional”) la que nos imbuyó en un ferviente debate sobre a Modernidad. Para Ángel, la Modernidad enfoca sus poíticas, poco a poco, más hacia lo público, hasta el punto de que no sólo las propiedades, sino que las personas y los animales también habrían de ser públicos para esta época con el único fin de controlar. Manolo hace referencia al poder, a la soberanía que reside en los individuos. Para Iván, en cambio, lo público elimina los parámetros, hace las cosas más accesibles. Parece que hay varios posicionamientos, y ahí es donde está el engaño, en que los aspectos referidos al ámbito íntimo se han ido convirtiendo poco a poco en epifenómenos de la biopolítica. Pero Sagrario apunta que para entender esto hay que conocer un poco de la vida de Arendt, quien limitó lo privado y lo público llevada por su crítica al totalitarismo.
Pero pasemos a un ejemplo cotidiano. ¿Por qué se cierran por la noche algunos parques, siendo éstos públicos? Rubén apunta que podría ser para evitar violaciones. Y Mariví vas más allá diciendo que no hay nada del ser humano que esté exento de las normas. Rubén interviene de nuevo, y dice que las definiciones sobre lo público podrían extenderse infinitamente. Por ello, va a la parte esencial de lo público. Todo es público o de acceso libre hasta que surge un problema potencial. Sagrario añade que la causa de los males es la propiedad privada, pero que cada un@ tiene una postura al respecto, comenzando lo teórico con las teorías del contrato del S XVII.
Pero, ¿qué hay de la justicia si hablamos de lo extremo de lo público (colectivismo) y lo extremo de lo íntimo (individualismo)? Para Manolo, donde prima la igualdad se elimina la libertad, desaparece la justicia social. Lo justo sería el equilibrio entre justicia social y libertad individual. ¿Y qué hay del equilibrio entre el disfrute y la sobreexplotación de lo público? El fenómeno conocido como “free rider” o polizonte, se basa en quienes aprovechan lo público a costa del pago ajeno. Iván 2 opina que los bienes públicos siempre van aparejados de un sobreconsumo A esto, Iván añade que al Estado no le conviene invertir en algo que sólo aproveche una minoría. Pero Mariví lanza la cuestión de si se ha nombrado alguna vez el fenómeno contrario, el de que se tenga que pagar por algo que nunca se va a usar, como por ejemplo algunos bienes que sólo los pudientes pueden disfrutar (el AVE, por ejemplo). ¿No sería ahí lo público una imposición más que una preferencia? Para Kiwi, la lucha público-privado tiene que ver principalemente con la posición económica de las personas. ¿Qué ocurriría si, como en la ciudad feliz de Platón, no existiera la propiedad privada? Pues según dejó escrito en La Republica, el Estado es el que habría de gestionar los bienes, lo cual no sería posible si los dirigentes de la ciudad tuvieran intereses privados...

Gracias a l@s 17por venir: Sin vosotr@s, esto no sería posible.

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